Caspicara - Manuel Chili
Manuel Chili, popularmente conocido como «Caspicara» fue un notable escultor quiteño nacido entre 1720 y 1725. Su nombre se compone de 2 palabras quichua Caspi (madera) y Cara (corteza).
Desde muy joven ya mostraba indicios claros de su arte. Se formó en uno de los tantos talleres de escultura que había en la ciudad en aquella época y llegó a poseer el arte de una manera tan asombrosa, que le llevó a a convertirse en uno de los artistas más famosos de la época colonial, y junto a Bernardo de Legarda -su maestro- y José Olmos, llamado «El Gran Pampite», constituyen la más pura esencia de la famosa «Escuela Quiteña».
«Se consagró a la imaginería, posiblemente desde muy niño, hasta alcanzar una superioridad y maestría que le colocaron a la cabeza de los escultores de su época, y, sin ponderación, en igual plano al de los más famosos escultores europeos» (J. Aguilar Paredes.- Grandes Personalidades de la Patria, p. 104).
Su obra se caracterizó por su sentido religioso, que se puede apreciar en las alegorías de «Las Virtudes Teologales», en el coro de la catedral de Quito; el «San José», de la iglesia de San Agustín de Latacunga; la «Sábana Santa», de la Catedral de Quito; «La Coronación de la Virgen María»; la «Virgen del Carmen», en San Francisco; «Las Llagas de San Francisco»; el «Señor Atado a la Columna con San Pedro a los Pies»; varios santos de la Orden de San Francisco y varias figuras representando a «Cristo en la Cruz» y al «Niño Jesús».
Se asegura que en la ciudad de Popayán, que perteneció a la antigua Audiencia de Quito y que hoy forma parte de Colombia, existen varios trabajos notables creados por su maravilloso talento.
0 comentarios